El vidrio común se obtiene de fundir diferentes materiales, entre ellos el silicio.
Ya conocemos sus propiedades: es transparente a la luz visible, es duro aunque a veces se fisura y puede refundirse tantas veces como se quiera. Definitivamente es un sólido y no es un gel o fluido de alta densidad como algunos dicen. Con el tiempo se deforma por “acomodamiento o arrastre por dislocación” de sus cristales componentes de su estructura; esto es: sus cristales se reacomodan en otros lugares con el tiempo (https://paolera.wordpress.com/2016/01/10/el-vidrio-y-el-manto-terrestre-son-solidos/).
Pero por casualidad, se descubrió un nuevo tipo de vidrio.
Un péptido es una molécula formada por aminoácidos y tiene muchas funciones. El autoensamblaje, consiste en la fabricación, reparación u organización de una estructura sin la intervención humana. En el pasado, experiencias con el autoensamblaje de péptidos llevaba a estructuras cristalinas opacas y por lo tanto, lejos de ser vidrio.
Cuando por casualidad se probó con un péptido de fenilalanina (uno de los aminoácidos escenciales para los humanos) y agua, se halló que a medida que se secaba, daba lugar a un tipo de vidrio autoensamblable, transparente y autorreparable en el caso de fisuras sin dejar evidencias de ellas; todo a temperatura ambiente.
Entre sus tantas aplicaciones, está la fabricación de objetos de precisión como lentes ópticas, y ser un excelente pegamento; además, tipo de vidrio no requiere tanta energía para producirlo como el vidrio común.
Ref.:
Bob Yirka; Researchers accidentally discover that mixing water with a peptide results in self-assembling and self-healing glass; Phys.org 13.jun.2024 | https://phys.org/news/2024-06-accidentally-peptide-results-glass.html
Fuente:
Gal Finkelstein-Zuta et al.; A self-healing multispectral transparent adhesive peptide glass, Nature 12.jun.2024 | https://www.nature.com/articles/d41586-024-01505-7
pdp.