Una variación en el campo magnético Terrestre pudo colaborar con el florecimiento de vida.

Hace unos 600 millones de años se produjo una explosión de vida en la Tierra.
Duró unos 26 millones de años y es conocido como período Ediacárico. Para unos, es previo al Cámbrico y a su explosión de vida. Para otros, es un sub-período del Cámbrico.
Siempre se pensó que la explosión de vida compleja y de gran tamaño se dio por motivos climáticos sumados a mutaciones genéticas. Pero ahora hay otra lectura de lo que pudo haber sucedido.

El campo magnético de la Tierra se origina en el interior del Planeta.
Allí, las corrientes de partículas cargadas hacen que la Tierra se comporte como un dínamo y genere el campo magnético que la rodea. Ese campo nos protege del mortal viento Solar. Esa lluvia de partículas cargadas provenientes del Sol, es desviada por el campo magnético Terrestre hacia los polos magnéticos cercanos a los geográficos. Allí, impactan con los átomos de la atmósfera produciendo las conocidas auroras polares.

Estudiando las partículas magnéticas en rocas antiguas, se pudo saber el estado del campo magnético Terrestre por aquellos días.
En aquel entonces el campo magnético era hasta 30 veces más débil que el actual. Eso permitió que las partículas del viento Solar penetren más en la atmósfera impactando los átomos de hidrógeno allí presentes expulsándolos al espacio. Así, el oxígeno no tenía mucho hidrógeno para reaccionar formando vapor de agua y la atmósfera adquirió una mayor cantidad de oxígeno.
Este enriquecimiento de oxígeno en el aire permitió el desarrollo de formas de vida multicelular, más complejas, de mayor tamaño y móviles, precursoras de los animales de Hoy.

Ilustración de la fauna Ediacara | Universidad de Rochester / Michael Osadciw.

Luego; ya establecido el Cámbrico, el Planeta recuperó el nivel habitual del campo magnético protegiendo a las especias aparecidas. Si no se hubiese recuperado la intensidad del campo magnético, habría menos agua en el Planeta, no sería el Mundo lleno de agua que es hoy y posiblemente la sequía habría terminado con esas formas de vida.
Así, el interior del Planeta se vuelve importante para la aparición de la vida además de a las condiciones dadas en su superficie.

Ref.:
LINDSEY VALICH, UNIVERSITY OF ROCHESTER; How a Faint Magnetic Pulse May Have Jumpstarted Evolution 600 Million Years Ago; STD 6.may.2024 | https://scitechdaily.com/how-a-faint-magnetic-pulse-may-have-jumpstarted-evolution-600-million-years-ago/

Fuente:
Wentao Huang et al.; Near-collapse of the geomagnetic field may have contributed to atmospheric oxygenation and animal radiation in the Ediacaran Period; CE&E 2.may.2024 | https://www.nature.com/articles/s43247-024-01360-4

pdp.