En esta imagen del suelo lunar obtenida por el Orbitador de Reconocimiento Lunar (en particular del fondo del cráter Shuckburgh E de 9 Km de diámetro) se aprecian rastros de rocas que rodaron. Hay varios rastros de este tipo, todos paralelos, lo que indica que las rocas se desplazaron por la pendiente del terreno, luego de ser quitadas de su reposo por algún motivo. Las trazas son discontinuas, lo que indica que las rocas fueron rebotando en el suelo. La separación entre cada rebote en menor, como debe ser a medida que se van frenando. Finalmente, parecen terminar en pequeños cráteres; un emboque de la casualidad.
Referencia: Bounce, Roll, and Stop – LROC News System
pdp.