La lengua puede ser un detector de partículas subatómicas, de protones al menos. Se sabe que las substancias agrias, son ricas en iones de hidrógeno. Ahora bien, un átomo de hidrógeno está formado por un protón y un electrón. Para ionizarlo debemos quitarle el único electrón que tiene, así sólo nos queda el protón.
Luego cuando sentimos sabor ácido o agrio, estamos detectando protones. Entonces, el protón sabe agrio.
Referencias:
pdp.
Muy bueno